
Mayo 2009. Sale en Méjico La pipa de mi padre, una nueva colaboración entre Victoria Pérez Escrivá y yo. Se trata de una novelita en la que ternura, humor e inteligencia se mezclan para dar vida a una historia fascinante y con un final feliz.
Yo por mi parte, esta vez he explorado una técnica que siempre me ha llamado la atención: óleo sobre papel.
La verdad es que, al pintar con óleo uno se pregunta «¿Qué es lo que he estado haciendo hasta hoy?». La sensación es maravillosa y los colocones de aguarrás… ¡también! Bromas a parte, me gusta incluso como huele la casa después de haber trabajado en este libro. En la cubierta un evidente homenaje a Magritte.